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martes, 26 de octubre de 2010

ENTRE EL POCHO Y EL POLLO

     Mientras concentrado saboreaba la pierna izquierda de un riquísimo pollo preparado por mi compadre Angel Encalada allá en Sucre 609 y Boyacá, escuchaba atentamente la radio el momento en que don Alfonso Harb se dirigía eufórico en su primera rueda de prensa como flamante presidente de la Comisión de Fútbol de Barcelona.

    .Pocho trataba de recordarle a la prensa la historia que tienen los tres palos que forman el arco que da  para el cerro del Monumental.Yo comentaba con mi compa lo exquisito que sentía los tres huesecitos aquellos con los que alguna vez me hinqué la lengua por exagerar la nota al masticarlos.

     Pocho comenzaba a gritar - mi semblante cambiaba al extremo que Angelito subió el volúmen de la radio - que ahora sí ¡el clásico se lo ganámos a los frustrados de la sudamericana! Yo comencé a gritar ¡que me sirvan un aguado pronto porque no me bastaba con el seco de pollo que me había comido! Claro, yo también era un frustrado porque aquel tipo que me sirvió se permitió regar la mitad del plato por el camino.
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    Total ,de acuerdo a la descripción de Lito León todo era alegría y los corazones estaban  henchidos de emoción con la vuelta y el discurso del Pocho Harb allá en el Monumental.Acá yo tenía la barriga hinchada pero también estaba alegre con tanto pollo que me había metido mientras escuchaba solemnemente el primer mensaje de mi general.
     Ya de vuelta a los estudios de la radio en el taxi reflexionaba seriamente sobre lo malo que siguen siendo los excesos en cualquier actividad de la vida.Pensaba casi al mismo tiempo,y ¿no será que al Pocho tambien se le fué la mano con tanta munición pesada con la que disparaba a los abatidos hinchas del Emelec por su reciente eliminación?

Yo por mi parte ya  hice la promesa. Nunca más comer tanto pollo abusando de la bondad de mi compadre puesto que eso a la larga es muy perjudicial para la salud.No sé si a estas alturas también el Pocho habrá hecho alguna reflexión sobre lo poco conveniente que resulta muchas veces exagerar la nota en sus discursos con el riesgo de que esto se vuelva un boomerang que a la larga termine perjudicando sus propios intereses. Desde mi humilde punto de vista más saludable resultará mandarse tremendos discursos casa adentro puesto que en realidad quienes necesitan una  gran sacudida son los jugadores del ídolo del astillero.

     Sinceramente que están irreconocibles en aptitud los muchachos del Barcelona los últimos tiempos.Se les ve bastante mal el semblante, están como caídos, como confundidos .Vaya Dios a saber qué mismo es lo que necesitan todos estos caballeros.Habrá que intentar una solución por todos lados.

     Pienso que de repente no sería mala idea sugerirles algun platito especial de los que prepara mi compadre.O por lo menos hasta para salir de la duda. Intentarlo .Por qué no?.Así con el tiempo ya tendremos la figura completa de su realidad .O están falta de pollo o están falta de Pocho.Pero algo de ésto los puede ayudar.O quizás los dos.......Pollo para el cuerpo Pocho para el espíritu.....je .je,je .Desde el clásico lo sabremos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se te amargó la comida en ese momento?

Anónimo dijo...

Yo primero me como el pollo. Me amargo la comida por gusto...